ENTREGA INDIVIDUAL - LUCÍA LLAMAS GONZÁLEZ
Principalmente, el maltrato infantil es una forma de abuso que se realiza hacia cualquier persona menor de 18 años, por lo que, esta evaluación es un proceso bastante complejo ya que el menor ha experimentado una experiencia traumática en su vida, además de tener secuelas debido a lo sucedido.
Antes de comenzar el proceso de evaluación psicológica, el psicólogo debe de establecer el “rapport”, es decir, debe de crear un entorno basado en la tranquilidad y confianza para que así el menor se sienta cómodo y seguro. También, el profesional debe de informarle tanto al menor como a sus tutores legales, de manera clara y comprensible, la información relevante y los objetivos del tratamiento.
Durante el proceso de evaluación, se realiza una entrevista clínica para así obtener toda la información que el menor pueda dar. En algunos estudios aparece que se han encontrado hallazgos en el caso de que el menor no quiera comunicar verbalmente el problema, por lo que, aplican material visual, es decir, técnicas proyectivas como dibujos o muñecos para que así pueda desenvolverse de otra manera más receptiva para el mismo. Además, durante la entrevista se realizan preguntas abiertas de sí y no.
El profesional podrá evaluar el desarrollo emocional que presente el niño a través de la observación conductual, por ejemplo, observando las relaciones sociales en el aula o a través de entrevistas con padres o maestros para obtener información sobre el entorno emocional del niño en el hogar, las interacciones familiares y de iguales y la presencia de apoyo emocional.
Varios estudios, confirman que la técnica más utilizada durante la evaluación psicológica a niños que han sufrido casos de abuso sexual, es la Entrevista forense especializada en niños. Esta entrevista debe de ser utilizada por cualquier profesional del área de la psicología, trabajo social o educación, otros profesionales pueden participar en la entrevista, aunque desde otra sala para no influenciar al menor. La entrevista, se basa en escuchar activamente al sujeto y es grabada para que se pueda utilizar en el juicio, así el menor no podrá ser entrevistado de nuevo ya que toda la información quedará grabada en audio o vídeo, el profesional debe de asegurar que la grabación sea adecuada y tenga buena resolución. Durante la entrevista se asegura un entorno amigable para que pueda sentirse seguro y sin estrés, además, el profesional no puede interrumpir al menor en ningún momento. Para comenzar, se realiza una presentación mutua del profesional y menor. También, el menor debe de ser informado de que será observado por otros profesionales y de que toda la información quedará grabada. En esta entrevista, se realizan preguntas abiertas o cerradas adaptadas a su lenguaje, como, por ejemplo, ¿Estás aquí para hablar de qué? o ¿Estás preocupado por algo? Posteriormente, el profesional realiza una descripción narrativa focalizada, la cual consiste en realizar preguntas como, por ejemplo, ¿Qué más sucedió? También, se destacan preguntas detalladas durante el proceso, es decir, preguntas sobre, ¿Cómo? ¿Cuándo?
Finalmente, el entrevistador le agradecerá al menor la oportunidad de conocerle que el mismo le ha brindado a todos los profesionales presentes durante el proceso de evaluación.
El protocolo de entrevista forense se basa en el respeto hacia el menor y en la protección de los Derechos Humanos de las víctimas. Durante el proceso de evaluación, se debe de brindar un trato adecuado y digno, además, el menor no puede ser expuesto a revictimización, es decir, el sujeto no puede sentir que es nuevamente victimizado o maltratado.
Referencias:
UNICEF Ecuador, 6 de mayo de 2019, protocolo de entrevista forense mediante escucha especializada, https://youtu.be/kmR2mlM7e2I?si=ixhhyp795MYMGD17
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